La historia sin fin. El 6 de septiembre de 2011 conocimos el caso de tres nuevos chicos ejecutados acusados de "sodomía" por las autoridades fascistas de Irán. El artículo fue publicado en la web de información LGBT DOS MANZANAS. Aquí tenéis el Artículo original de Dos Manzanas con sus enlaces y comentarios. Podéis leerlo igualmente más abajo donde os dejamos el extracto (sin enlaces).
Lamentablemente no encontraréis esta noticia en muchos más foros que las webs de información LGBT. No ha tenido eco, ni difusión, ni Amnesty ha recogido firmas para evitarlo, ni la ONU ha movido un dedo por estos chicos, ni tampoco el Consejo de Europa ha elevado protesta alguna. La muerte sistemática de homosexuales en Irán, crímentes de Estado, genocidio, llamadlo como queráis, no suscita el interés de la opinión pública occidental. Tal vez incluso muchos opinen que merecen (merecemos) la muerte. Lamentablemente para M.T., T.T. y M.Ch. ya es demasiado tarde. Otros quizá no corran la misma suerte y puedan ser salvados. Recordemos que hay centenares de chicos en prisiones iranís por el único hecho de amar, o haber amado a otro hombre.
Irán: ejecutan a otros tres hombres por mantener relaciones homosexuales.
Terrible noticia la que nos llega, otra vez, de Irán. Según la organización Iran Human Rights, tres hombres han sido ahorcados en Irán por mantener relaciones homosexuales. Al parecer, ha sido la propia agencia oficial iraní de noticias ISNA la que ha informado de tres ejecuciones por “sodomía”, en aplicación de los artículos 108 y 110 del Código Penal iraní.
Se desconocen tanto los nombres como las edades de los ejecutados, identificados solo como “M. T.”, “T. T.” y “M. Ch.”. Los ahorcamientos habrían tenido lugar en la cárcel de Ahvaz (al suroeste del país) el pasado domingo.
Según Mahmood Amiry-Moghaddam, portavoz de Iran Human Rights, es poco frecuente que las autoridades iraníes admitan directamente que han ejecutado a hombres acusados del “delito” de sodomía. Por lo general, suelen disimular las ejecuciones de varones homosexuales bajo la acusación de violación. En este caso no parece haber sido así, aunque los ejecutados sí habrían sido acusados, además de sodomía, de secuestro y robo.
Iran Human Rights es una organización no gubernamental que denuncia las violaciones de derechos humanos cometidas por el régimen iraní de las que tiene conocimiento. Fue fundada entre otros por el propio Mahmood Amiry-Moghaddam, neurocientífico de origen iraní que reside en Noruega, país que le acogió como refugiado en 1985 siendo todavía menor de edad.
Una situación muy difícil
La situación de las personas homosexuales en Irán, como bien conocen los lectores habituales de dosmanzanas, es muy delicada, como ejemplifican los casos de Ayun y Mosleh, Ebrahim Hamidi, Reza, Alireza, Hamid y Amir Hossein o Nemat Safavi, entre otros que ni siquiera llegan a conocerse. En diciembre pasado nos hacíamos precisamente eco del completo informe que la organización Human Rights Watch presentó al respecto: acoso policial, arrestos indiscriminados, malos tratos, tortura, condenas judiciales que llegan a la muerte, etc.
El Código Penal iraní criminaliza todas las relaciones sexuales fuera del matrimonio, y muy especialmente los “delitos” de relación entre personas del mismo sexo. Los castigos son severos, y pueden llegar a la pena de muerte cuando el juez considere que ha habido penetración. Desde la revolución iraní de 1979, los medios de comunicación han publicado numerosas historias acerca de ejecuciones por relaciones entre personas del mismo sexo, entre ellos menores de 18 años cuando cometieron presuntamente el acto (pese a que Irán ha ratificado, por ejemplo, la Convención sobre los Derechos del Niño, que prohíbe la imposición de la pena capital a personas que eran menores de 18 años en el momento de cometer el delito).
El Gobierno iraní mantiene que la mayoría de estas personas fueron culpables de violación. En cualquier caso, dado que en Irán los juicios por delitos contra la moral se celebran habitualmente a puerta cerrada, es imposible determinar qué proporción de las presuntas conductas delictivas fueron en realidad no consensuadas.